Para tener en cuenta
Si la tristeza perdura de forma sostenida e intensa en el tiempo, incluso algunas semanas pasada la situación que la generó, puede ser importante consultar con un profesional de salud mental.
Autores/as
Natalia Castillo y Pierina Penna (UV)
Editores/as
Equipo RSDUE
¿Qué es la tristeza?
Todas/os en algún momento nos hemos sentido o sentiremos tristes. La tristeza es una emoción que surge ante la pérdida de alguien o algo, por ejemplo la pérdida de una mascota, el quiebre de una relación, un cambio de ciudad, un duelo, entre otras experiencias.
Hay eventos en la vida que nos pueden generar una gran tristeza. Cuando vivimos estos eventos, podemos experimentar una tristeza intensa durante un periodo de tiempo, sentirnos nublados, sin energía y con sensación de extrañeza. Generalmente eso pasa luego de algunos días, y se transforma en algo más oscilante, retornando en algunos momentos o frente a determinadas circunstancias (por ejemplo, con ciertas canciones, lugares o conversaciones). Esa forma de emocionarnos es esperable y no constituye en sí misma un problema de salud mental.
Es importante no evitar la tristeza para sanar, ya que como emoción, tiene la función de ayudarnos a lidiar y procesar aquello que nos duele emocionalmente. Cuando estamos tristes, solemos ser más conscientes del dolor, analíticos/as respecto a su causa, buscando prevenir su nueva ocurrencia. Además, desde la tristeza podemos buscar apoyo y compañía de otros/as significativos, fortaleciendo nuestros lazos sociales.
Dado el uso del lenguaje, que a veces más confunde que aclara, es importante diferenciar la tristeza de un cuadro depresivo, que es un desorden emotivo que afecta profundamente la calidad de vida de quien lo sufre y requiere de apoyo profesional. Puedes hacer clic aquí para saber más acerca de la depresión.
En simple, la tristeza es una emoción perfectamente sana y necesaria, que experimentamos frente a algunas situaciones, generalmente de pérdida, y nos ayuda a activar nuestros recursos para afrontar esta situación y poder soltar la tristeza.
¿Qué puedo hacer para regular y canalizar la tristeza?
Todas/os en algún momento nos hemos sentido o sentimos tristes, pero ¿qué hacemos cuando eso pasa, de qué forma gestionamos esta emoción?
La tristeza es una emoción que se puede autorregular a través de “Estrategias de Autorregulación” que han sido definidas como “pensamientos y conductas que intentan eliminar, mantener o cambiar nuestros estados emocionales” (Rusting y Nolen-Hoeksema, 1998), por lo tanto, realizando (y evitando) ciertas acciones se puede mejorar nuestro estado emocional.
Algunas sugerencias:
- No trates de evitar la tristeza, acéptala y trata de identificar qué es lo que la ha provocado. Eso te ayudará a procesarla de mejor manera.
- No te sumerjas en los pensamientos negativos que suelen acompañarla, intenta mirar con distancia y perspectiva estos pensamientos. A veces la tristeza trae pensamientos automáticos y/o rumiantes asociados, si estos pensamientos no te ayudan o no se relacionan con la realidad, solo déjalos pasar y enfócate en lo que te puede ayudar.
- Tu grupo de apoyo (familia, amigos, etc.) es importante, conversa con ellos de lo que estás sintiendo. Si no estás preparado/a para conversar, mantente en contacto y diles que cuando estés preparado/a te gustaría hablar del tema.
- Construye hábitos saludables como comer sano, dormir lo suficiente, mantener rutinas familiares. Esto en general te permitirá tener un estado físico y mental saludable.
- Realiza actividades que te gusten, divertirse es necesario como medida de autocuidado. Esto no requiere mayor explicación, ¿verdad? Aunque estés triste, es importante darle espacio en tu vida a las actividades que te divierten.
- Prueba expresar tus sentimientos, ya sea en una conversación con otros/as o mediante la escritura, pintura u otra forma de expresión que te permita “poner afuera” tus sentimientos. Esto te ayudará a elaborarlos y verlos con perspectiva.
¿Cuándo debo consultar con un profesional de salud?
Si la tristeza perdura de forma sostenida e intensa en el tiempo, incluso algunas semanas pasada la situación que la generó, puede ser importante consultar con un profesional de salud mental. Algunas indicaciones que pueden ayudarte a decidir esto son las siguientes:
- Sientes que estás evitando continuamente la tristeza, mediante acciones de diverso tipo.
- No sabes la causa de aquello que te tiene triste.
- Te resulta difícil realizar actividades cotidianas, como reunirte con amigos/as o ir a la universidad.
- Te cuesta regular esta emoción o tienes conductas autolesivas.
- La intensidad de la tristeza se ha mantenido alta durante al menos 2 semanas.
Un/a profesional puede ayudarte a procesar y comprender las situaciones que te generan tristeza, y juntos/as pueden desarrollar herramientas que te ayuden a regular esta emoción.
¿Dónde encontrar ayuda?
Si sientes que la tristeza está afectando tu salud mental o bienestar, no dudes en buscar ayuda profesional. Puedes encontrar recursos para solicitar apoyo pinchando el botón.
Otros recursos
En tu universidad puedes encontrar actividades sociales, cursos y talleres extraprogramáticos en diversos temas que pueden ayudarte a conectar con otras emociones, como la esperanza y la alegría.
Fuentes
Cuervo Martínez, A., & Izzedin Bouquet, R. (2007). Tristeza, Depresión y Estrategias de Autorregulación en Niños. Tesis Psicológica, (2), 35-47.
Sroufe, A (2000). Desarrollo emocional. La organización de la vida emocional en los primeros años. México: Oxford University
Rusting y Nolen-Hoeksema, (1998). Regulating responder to anger: effects of rumination and distraction on angry mood.
Vallés, A. & Vallés, C. (2000). Inteligencia emocional. Aplicaciones educativas. Madrid: Ed. EOS, Madrid.